
La producción de residuos hoy en día es exhorbitante, al igual que la ignorancia a la creciente amenaza que esta producción masiva representa.
Los cientos de miles de toneladas de basura que produce América Latina diariamente representan un daño inmenso a la región. En promedio, cada latinoamericano genera un kilo de basura al día. Según un informe del Banco Mundial, al año producimos aproximadamente 231 millones de toneladas de residuos. Esto se traduce en la contaminación de nuestros océanos, el aire que respiramos y la destrucción de nuestra tierra y todos los que vivimos en ella.
Nuestra supervivencia está en peligro y no estamos prestando la suficiente atención. El primer paso para prevenir la destrucción de nuestro planeta es esforzarnos a reflexionar sobre nuestras acciones diarias; despertar nuestra conciencia y entender que este problema no es una carga para las generaciones futuras… es una catástrofe que crece cada día más y amenaza tanto nuestra existencia como la de nuestros hijos. Podemos comenzar cuestionando nuestros actos del día a día, ¿De verdad necesito esa funda de plástico para llevar mis compras del supermercado? ¿Tiene sentido comprar una botella si puedo llevar el agua en un termo? ¿Me cuesta tanto recoger ese papel que veo en el piso y arrojarlo al basurero? Simples preguntas que nos llevan a cuestionar cómo estamos ayudando a nuestro ambiente, que luego se traducen en aportes hacia una sociedad más consciente y limpia.
El reciclaje tiene una importancia inmensa en nuestra región. El acto de reciclar permite reducir el proceso de extracción, transporte y elaboración de nuevas materias primas, disminuir el uso de energía, mitiga la contaminación del aire y permite la preservación de nuestros recursos naturales.
Una porción de la población latinoamericana vive del reciclaje. Según un artículo del Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC) basado en estudios del Banco Mundial, aproximadamente 4 millones de latinoamericanos viven de la recolección de residuos en los vertederos de la región. Incluso, existe una organización de recolectores llamada Red Latinoamericana y del Caribe de Recicladores (Red LACRE), cuya participación es conformada por 17 países de la región y su labor esencialmente consiste en evitar la degradación de nuestros ecosistemas, disminuir la creación de nuevas materias primas a través de la utilización del reciclaje y trabajar para que nuestras ciudades se mantenga limpias. Es un trabajo extremadamente necesario que permite el sustento de millones de familias, sin embargo las condiciones del mismo son bastante precarias y peligrosas debido a que estas personas se enfrentan constantemente a las condiciones inhumanas de los vertederos latinoamericanos.

El reciclaje es un trabajo necesario en nuestra sociedad y debemos resaltar su importancia. No podemos dejarle todo el trabajo a los recolectores, ya que esencialmente quienes llenamos los vertederos somos nosotros inconscientemente con nuestras acciones diarias. De acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo, en la región latinoamericana no se recicla más del 2% del total de los residuos. Evidentemente, debemos trabajar en desarrollar una mentalidad consciente hacia la basura que producimos con el fin de mitigar nuestras producción e incluso llegar al punto de no producirla. Debemos poner en práctica las 4R en nuestras acciones diarias: Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar.
Por Andrea Basilis